lunes, 13 de abril de 2009

Tres primeras semanas en Kraków

He aquí que, una vez más, y casi sin darme cuenta estoy sumergido en un nuevo viaje. Me enfrento a éste, que tan sólo tendrá una duración de 14 semanas, con los miedos y las ilusiones que cualquier nuevo reto siempre despiertan en mí. Me excita la idea de conocer y aprender de nuevas gentes, culturas, gastronimías, ciudades y rincones de ciudades, pero sobre todo hay una cosa que me hace vibrar cada mañana, y ésta es la idea de la novedad contínua, la sensación de aprender a diario, de romper esquemas y tópicos, y en último lugar, pero no menos importante, de romper con la monotoneidad.

Soy consciente de que durante el viaje conoceré a muchas personas, y sé que muchas de éstas serán un bonito recuerdo para siempre, sé que habrá otras marcarán una profunda huella en mi corazón y otras que me acompañarán a lo largo del tiempo.

Hoy hace tres semanas que inicie mi aventura, la que de ahora en adelante llamaré nuestra aventura. La llamaré nuestra, porque es mía, de Paula y Sergi (que a día de hoy creo que podría decir que són algo más que mis compañeros de viaje, que son mi pequeña familia “Krakovina”), y porque también es de todos aquellos que la viven, aunque de otra manera, desde casa, como son la família y los amigos.


En los siguientes parráfos intentaré hacer una breve descripción de los hechos más anecdóticos de las últimas tres semanas.

Són aproximadamente las 13h, nos vajamos del avión y recibimos la gélida bienvenida de un nuevo país que está a punto de ofrecernos tres meses inolvidables. Una fina nieve nos recibe junto a Lucas, nuestro tutor, quien nos monta en un taxi dirección a nuestra nueva casa. Por el camino la cara de los tres es una mezcla de felicidad, asombro y temor. Lo que veo me recuerda a escenas de películas de la II GM; al inicio, el paisaje de la ciudad parece más bien un paisaje rural, pero a medida que nos vamos adentrando en la ciudad, quedo chocado por la antigüedad de sus tramvías, las fachadas abandonadas hace más de tres décadas de casi todos los edificios y los coches que parecen traídos del pasado. Inicialmente veo una ciudad gris, con un aire bucólico y meláncolico que parece chillar que en tiempos pasados, cuándo fuera capital, aquel lugar era cuna de la modernidad del país, que aún en tiempos más remotos fue cuna de las primeras universidades del mundo y ciudad en la que estudió el gran Copérnico.

Pronto descubriremos otra ciudad con mucho más color, mucha más vida y mucha más luz de la que juzgamos erróneamente en los primeros minutos de nuestra emigración.

La primera noche salimos a cenar y descubrimos que los precios de ésta gran nación nos van a permitir llevar un ritmo de vida muy superior al que pudieramos permitirnos por nuestras própias posibilidades económicas en nuestras ciudades de origen.

El primer día vamos ha realizar las compras básicas para la casa y la estáncia en Kraków, entre las cuáles se encuentra un móvil, puesto que somos de una generación en la que la tecnología y la comunicación son altamente y artificialmente necesarias para vivir. Al entrar en la tienda nos topamos con el problema idiomático, la dependienta no habla inglés y ninguno de los tres sabemos aún nada de polaco. Se me ocurre proponerle a la dependienta que me deje el ordenador, para a través de un traductor comunicarnos. Así fue, después de unos minutos tecleando, traduciendo y leyendo, nos dan nuestro móvil, ¿ahora sí, ahora sí que somos ciudadanos Krakovianos!

La noche del segundo día, grácias a que nuestra Paulina (de ses illes) encuentra vía web la agenda cultural de Kraków, disfrutamos de un concierto argelino en un edificio japonés en nuestra ciudad polaca de acogida. Al salir de éste, nos miramos ilusionados a los ojos y repetimos al unísono: “¡Estamos en Kraków!”. Ésta será una constante que nos repetiremos cada vez que la ciudad nos asombre, es com si no fueramos conscientes de dónde estamos hasta que nos lo decimos los unos a los otros. La noche sigue en una discoteca subterránia, como lo son casi todas aquí, con una temática especial “Bollybood Funk”, realmente divertido. En ésta estaban todas las personas del concierto, incluso los del grupo argelino, que se nos acercan a darnos las grácias por haber estado bailando en su concierto, mientras la mayoría estaban sentados, como si la música no llegara a tocarles el alma (excepto al final).

Ésta noche, al igual que el primer lunes en el “Carpe Diem” (bar-dicosteca dónde las “piwo” ½ litro cuestan menos de 1€ los lunes), dónde pasamos un primer lunes inmejorable, conocemos a polacos/as muy agradables. Ésta también será una constante, los tres percibimos que los lugareños son gente amistosa, simpática y amable, exceptuando siempre los dependientes/as, que todavía a día de hoy no sabemos a que se debe ese mal génio que se gastan.

Volviendo a la noche del “Carpe Diem”, aquí conocemos a un grupo de españoles (también Leonardo Da Vinci) que llevan un mes, hacemos intercambios de teléfonos y quedamos en vernos. La noche acaba con alguna copa de más, viendo un video “raro” en la habitación y llorando de risa. Risa, que afortunadamente también se convertirá en una constante, de día y de noche.


En los primeros días de turismo topamos con otro hecho casual que nos permite disfrutar de un desfile militar, en el castillo Wavel, en memória de los asesinados en “Katin”; al desfile sólo le faltaba cambiar el color por el blanco y negro para poder pensar que se estaba recreando una escena de la II GM.

Mi primer domingo aquí me despierto pensando en el tópico del exhacerbado catolicismo que se vive en Polonia y decido ir a misa para ver si es verdad que es un pueblo tan católicamente practicante como se dice o si esto es más própio de tiempos pasados. Mientras me arreglo, se me escapa alguna que otra risa al pensar que me voy voluntario a presenciar una misa. ¡Déu meu! La verdad es que me quedé atónito, perplejo al ver la afluencia de gente que tenía la misa. Me quede en la puerta de entrada toda la misa porque no había sitio dentro, desde la puerta en incluso ya fuera de la Iglesia la gente presenciaba la misa, los feligreses se arrodillan cientos de veces, mientras otros hacen cola fuera para esperar un segundo turno de misa. ¡Alucinante! Y lo más alucinante es que van octogenáreos, cuarentones con sus hijos e incluso parejas jóvenes (20 años) y adolescentes por su cuenta. Ésto, junto con otros hechos que voy observando, como son los cementerios repletos de flores frescas o presenciar como desde un conductor de coche, un chico en bici o una abuelita que pasa por delante de una iglesia, se santifican, me confirma que quizás éste si que sea un país que vive el catolicismo de una forma muy intensa.

Pasamos la primera semana de vacaciones (es decir, sin trabajo aunque con clases de polaco), así que aprovechamos para conocer bares, y alucinamos con la variedad de la oferta nocturna de Kraków. Nos sorprende la gran movida cultural que tiene ésta ciudad, está viva, hay conciertos a díario en númerosos bares/discotecas, se realizan un sinfín de actividades de ocio, de ciclos de cines, de exposiciones… Durante esta primera semana asistimos al festival de cine español de Kraków, organizado por el Instituto Cervantes. Lo anecdótico es que nos encontramos sin entradas en la taquilla, nos percatamos de que un señor cerca nuestro habla castellano y le preguntamos por si sabe como podríamos conseguir unas entradas, y muy amablemente nos las regala (puesto que tenía invitaciones). La sorpresa viene cuándo antes de empezar la película sube al escenario y él presenta el festival como director del Instituto Cervantes, nos miramos los tres y ¡Estámos en Kraków! Quizás lo más destacable del festival fue el último día, cuándo reponen “Femme fatal”, en blanco y negro, casi sin diálogos, y con una banda de jazz al lado de la pantalla improvisando la música; ¡maravilloso!

Nuestra primera semana transcorre entre las divertidísimas clases de polaco, las exitosas entrevistas de trabajo y la degustación de diferentes cervezas polacas amenizadas con conciertos en directo.

El segundo fin de semana, BONUM (la organización contraparte de la beca Leonardo Da Vinci) nos organiza una excursión a todos los “españoles”, con guía en castellano, a los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau. Es difícil intentar describir algo sobre los campos, uno se siente contrariado, perdido, desorientado, duele pensar que el ser humano pueda hacer tales barbaridades al propio ser humano. Hay compañeros que dicen sentirse mal, otros dicen estar “decepcionados con la humanidad”, en general la tristeza y el asombro es el sentimiento predominante. Yo, intento ser positivo, y creo que el hombre aprende de sus errores y recuerdo algo que leí hace poco de Kapuscinski que dice así: “El mundo no es sino una ilusión. Todo es ilusorio, con una única excepción: mi própio yo. Al vivir, el hombre siente que es todas las personas y todas las cosas, así que no puede anhelar nada pues tiene todo lo que es posible tener, y al sentirse todo, no puede hacer daño a nadie ni a nada pues nadie hace daño a uno mismo.” Quizás, y sólo quizás este sea el camino a seguir para que nunca más esto vuelva a suceder.

Sólo quisiera comentar una cosa más de los campos, y es como lo viven los “judíos y/o israelies” la visita al campo, van todos atabiados con banderas del Estado de Israel y corean cánticos religiosos. Desde la ignoráncia uno podría confundirlos perfectamente con “holigans” del fútbol, puesto que ignoro porque su comportamiento es así, le pregunto a la guía, quien me comenta que a diferencia de los demás que vienen de turismo-visita, ellos vienen a rendir homenaje.

Personalmente, y después de la visita a los campos de concentración/exterminio, me pregunto como hoy en día, un pueblo como el judío, que desgraciadamente ha sufrido lo insufrible, ¿cómo puede permitir que el gobierno de Israel reproduzca patrones del pasado sobre el pueblo palestino? Seguramente hay muchas respuestas, y ninguna válida. Todavía nos queda un largo recorrido hasta poder entender y aplicar lo que Kapuscinski dice.

Empieza la segunda semana y los tres empezamos a trabajar más o menos, y de momento con bastante suerte. Sergi dará clases en inglés sobre medio ambiente a los alumnos de algunos colegios polacos (algunos es la primera vez que ven a un extranjero), Paula participa en la organización del “Photomonth”, festival de fotografía de Kraków y a mi se me encargan tres “papers” del Centro de Analisis Regional (un think tank). La semana transcurre entre el trabajo y las cervecitas con los “españoles” que conocimos en los campos; éstos nos enseñan bares espectaculares y sitios dónde comer a buen precio. Durante ésta semana también acudimos a algún museo, pues sus precios pueden ser desde 50 céntimos de euro a 4 euros.

Organizasmos una excursión para el fin de semana a “Zakopane”, vamos 12 y alquilamos una casita de madera por 6€/persona la noche, es un pueblecito de cuento, todo nevado con casas de madera y unas montañas de fondo que te dejan perplejo. Durante dos días disfrutamos de una gastronomía exquisita a un precio indecible. Realizamos un par de excursiones a las nevadas montañas. A la primera excursión a la montaña Sergi y yo no podemos asistir, puesto que la noche anterior salimos con David (el “destroyer”) y nos tomamos algun chupito de más que nos deja combalecientes. Así pues, Sergi y yo nos levantamos más tarde que el resto y organizamos nuestra propia excursión, cogemos un cremallera y subimos a 1.123 metros de altura, “caminamos entre la nieve”, como podemos con calzado de ciudad, y nos relajamos a tomar el sol, el cuál nos deja bronceados hasta el día de hoy. Nos volvemos a encontrar todos y engullimos más y más y más! Al día siguiente madrugamos y subimos a 3.000 metros de altura, a las “Tatra Mountains”. Las vistas y el paisaje parecen de postal, podrían hacer que hasta el hombreton más duro se emocionase al contemplar tal fotografía.

Pasamos directamente a la tercera semana, se acerca Pascua, y esta fiesta aquí es muy importante. El miércoles a las 15.30h quedamos seis “Leonardos/as” en la estación de autobuses y trenes para ver dónde podemos irnos; debido a las fechas está todo cogido. Paula, Miriam (la galleguiña) y yo vamos a varias agencias de viajes y compañías de autobuses, y no queda nada. Finalmente a las 17h, después de decirle a la “amable” dependienta que nos buscara un destino, el que fuera, encontramos nuestra única opción. Compramos los billetes de autocar y a las 21.30h salimos hacia Lviv (Ucrania), así que tenemos unas pocas horas para ir a casa, hacer la maleta, unos bocadillos y volver a la estación.

A las 21h nos encontramos Sergi, Paula y yo con Miriam, embriagados de ilusión e incredulidad porque nos vamos a Ucrania, los cuatro subimos al autocar dónde nos disponemos a pasar toda la noche...

10 comentarios:

  1. Carlos, me encanta cómo redactas, te hace vivir las experiencias casi como si estuvieramos nosotros también por ahí. Continúa explicándonos tu viaje y tus vivencias, que me hacen sentir que falta mucho por descubrir y que no nos tenemos que quedar estancados.

    Mil besos mi p.r. (ya sabes q significan las siglas... jijiji... porsiaka... Dimpel, Londres)!

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  2. Tete!! q chilisimo el blog, me gusta mucho como lo describes todo, a ver si vas publicando mas cosillas y te podemos seguir la pista en tu aventura!
    Un besazo tete te quieru!

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  3. Tete!! q chilisimo el blog, me gusta mucho como lo describes todo, a ver si vas publicando mas cosillas y te podemos seguir la pista en tu aventura!
    Un besazo tete te quieru!

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  4. Wapo!!! Las fotitos són geniales, que guay tiene que ser la experiencia... Que envidia! Así que mantenos informados para poder compartir la experiencia contigo desde aquí! Un besazo muy fuerte! y sigue disfrutando! Muaks

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  5. ueee, ya tenemos blog!

    ya soy seguidora fiel de tu blog, virtualment i realment juju

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  6. Carlitusssss.... queremos saber más yaaa!!!!
    Molts petonets :)

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  7. Papapacito precioso!!!
    te sigo desde aqui, viajo con vos a traves de tus palabras aladas. Que gran experiencia, me empiezan a picar los pies y me dan unas ganas horribles de volver a aventurear....pufff...que fortuna haber compartido con vos una de esas experiencias abroad! Te quiero un monton mi Carlitos! cuidate y gozatelo al 100

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  8. Joer macho, para esto te arreglo el portátil??
    Menuda parrafada!! jejeje
    Es coña!! ;-)
    Muy chulo todo, cosas preciosas y recuerdos inolvidables. Disfruta de tu momento y que te quiten lo bailao!
    Y sobre todo, no olvides aliñar a diario nuestras monótonas vidas.
    Un beso muy gay!!

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  9. Como no, me has vuelto a sorprender con tu manera de narrar, tus vivencias y el nivel de vida de estos países y su gente,en dos palabras: in... jejeje

    T'estimo molt!

    Disfruta y siguenos contando tu viaje! soy seguidora de tu blog!

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